IDEAS CLAVE PARA LA PLANEACIÓN DE ACCIONES.

En Telesecundaria, la secuencia de actividades propuestas para la enseñanza y el aprendizaje tienen una estructura que nos lleva en forma gradual a alcanzar los propósitos establecidos. Con la realización de las acciones sugeridas se ponen en práctica técnicas, métodos y estrategias para desarrollar de manera implícita las competencias para la vida.
Modificar, adecuar, adaptar o transformar las actividades requiere un análisis minucioso para no truncar la consecución de los propósitos, ya que, cada acción tiene una intencionalidad didáctica, entendiendo a esta como el propósito de la acción de enseñar o ayudar al alumno para que aprenda. El análisis implica procesos de reflexión a partir del conocimiento propio de algunos factores que son fundamentales, entre ellos se encuentran: el grado de conocimientos previos que tiene el grupo, las habilidades que necesitan ser reforzadas o incrementadas; la disposición, interés, y motivación hacia el trabajo, el dominio de estrategias de aprendizaje, las relaciones interpersonales que se dan entre los miembros del grupo, la situación presente del entorno escolar y comunitario que pueda influir en el aula, las competencias docentes y los ambientes de aprendizaje que comúnmente se presentan en el trabajo diario.
Contrastar lo que los alumnos deben aprender con lo que pueden aprender requiere tener presente lo anterior y, como elemento indispensable en la realización de este proceso está el ánimo, disposición, motivación y compromiso por mejorar lo que se hace diariamente por parte del docente. En muchas ocasiones el análisis superficial de lo que hacemos produce resultados poco satisfactorios.
Debido a que existe una gran diversidad de situaciones por las cuales el desarrollo intelectual de nuestra población presenta un serio retraso con respecto a otros países, de acuerdo a los parámetros empleados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, es indispensable estar conscientes que indudablemente nuestros alumnos necesitarán ayuda para relacionar los nuevos contenidos con sus aprendizajes previos, interiorizarlos y modificar sus esquemas de pensamiento. Para llevar a cabo este proceso, la ayuda se dará con la implementación de acciones que formen parte de una estrategia debidamente diseñada con métodos, técnicas y situaciones de aprendizaje que conformarán el andamiaje para proporcionar esa ayuda, la cual en ciertos momentos del aprendizaje debe ser diferenciada porque los alumnos tienen diferente desarrollo de sus elementos predispuestos.
Así, algunos alumnos necesitarán más ayuda porque no saben escuchar, no son hábiles para observar y escuchar, no pueden identificar las partes más importantes de lo que escuchan, no tienen el nivel requerido de su competencia lectora, no logran identificar lo fundamental de un texto, no tienen los conocimientos previos, desconocen la forma de elaborar algunos mapas cognitivos y organizadores gráficos, etcétera. Alumnos que presentan actitudes como la timidez, introversión, temor, desánimo, rebeldía, frustración, desesperación, discriminación. Alumnos que necesitan una motivación especial, integrarse en ciertos grupos, ser reconocidos, ser aceptados como son, y aquellos alumnos que necesitan afecto. Finalmente, están los que necesitan consuelo, comprensión, orientación y estímulo para transitar por un conflicto que padece en lo personal, familiar, social, emocional, afectivo o físico.
Si tenemos una propuesta pedagógica para abordar los contenidos programáticos que nos lleven a alcanzar los propósitos educativos en todas las asignaturas de un grado escolar, se requiere entonces, conocer al detalle la secuencia de acciones, analizarla, y situarla a las necesidades e intereses de nuestros alumnos.
Para el tratamiento didáctico de las secuencias, el papel del docente es muy diverso, en algunos momentos será un expositor, instructor, coordinador, moderador, mediador, conciliador, motivador, consejero, inductor, facilitador, diseñador, líder… Al desarrollar las acciones propuestas surge un personaje polifacético, cuyo propósito central es ayudar a sus alumnos para que aprendan de acuerdo al andamiaje previamente revisado, estimado, valorado y aprobado con lo cual guiará su trabajo y aún durante su ejecución tendrá que hacer los ajustes necesarios de acuerdo al surgimiento de situaciones no previstas. Los modelos recetas y formas comunes del trabajo docente quedaron atrás y surgen nuevas formas de suscitar el aprendizaje; como producto de la incorporación de las nuevas tecnologías, la imaginación, la creatividad y las características contextuales. Sin embargo, en algún momento se requerirá el uso de ciertas prácticas del pasado adecuadas al contexto y la situación presente.   

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